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¿Qué dimensiones puede adquirir la revuelta popular en el mundo árabe?

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Aunque reconoce el impacto que la revuelta en Túnez pueda tener en Egipto, el profesor Jesús Núñez también advierte que el régimen de Mubarak posee más medios para frenar la rebelión que se ha desatado en su país.

En primer lugar, es preciso tener en cuenta que Egipto ya había entrado en un proceso de sucesión presidencial, y que en este país tanto el Ejército como las fuerzas policiales egipcias poseen una mayor capacidad para mantener el control en las ciudades.

Acerca de la presencia de Mohamed El Baradei,  el experto español señala que el antiguo director de la Agencia Internacional de Energía Atómica ha desempeñado un papel importante en la promoción del cambio, y su posición es importante. Sin embargo se le ha criticado su ausencia en el país durante los días pasados. Además, todo depende del apoyo que reciba del Ejército. Si el Premio Nobel de la Paz obtiene el apoyo de los militares y se convierte en su candidato,  no queda ninguna duda que El Baradei podrá asumir la dirección de su país.

Egipto está en cambio de régimen y el Ejército ha controlado la política nacional y ha mantenido su estabilidad. No es casual que muchos de los recientes líderes egipcios han sido militares. No se debe descartar que los militares durante algún tiempo permitan el desarrollo de la protesta nacional, y llegado un momento, hagan caer en cuenta al Presidente que su proyecto de sucesión no es viable. En tal caso, el profesor Núñez no descarta que los militares propongan a alguien proveniente de sus filas, y a este respecto se menciona con frecuencia el nombre de Sharif. De tal manera, las Fuerzas Armadas lograrán sacar provecho de la protesta popular y, de ser así, lograrán que todo cambie sin que nada cambie.

En el ámbito internacional, no obstante, es innegable que una eventual caída del régimen egipcio tendrá un mayor impacto que lo que fue el caso en Túnez. En primer lugar, porque estamos hablando de un país de mayores dimensiones, con 80 millones de habitantes, que políticamente desempeña un papel protagonista, no sólo como líder de la Liga Árabe sino también del mundo árabe, y en su relación con Israel. Las repercusiones políticas de un acontecimiento tal superan las dimensiones nacionales e incluso las regionales, y podría inducir la caída de una serie de regímenes árabes.

Al contrario de las manifestaciones de protesta que se registraron en la región a partir de los años 80, las cuales eran de índole puntual e inspiradas por demandas de  tipo económico, las movilizaciones actuales tienen un innegable perfil político y marcan el inicio de un período sin precedentes, en el que la población exige reformas, en el que sobre todo la juventud manifiesta, con razón, su descontento ante la falta de perspectivas.

Por último, el perito español lamenta que la comunidad internacional en general, y la Unión Europea en particular, hasta el presente se hayan limitado a defender regímenes presididos por gobernantes que han demostrado ser deficientes en lo tocante a la democracia, e ineficaces en lo que respecta la solución de los problemas de sus pueblos.

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