investigar. formar. incidir.

Menú
Actualidad | Artículos propios

“No creo que Israel cumpla con las demandas de la Comunidad Internacional”

e7

Naim Abu Teirn es médico y  representante del Comité para Jerusalén de la Red de ONG Palestinas PNGO.

El reciente ataque a la  Flotilla de la Libertad le sorprendió fuera de  Palestina,  cuando con motivo del Seminario Internacional «Jerusalén, La Puerta de La Paz», Naim aterrizaba en España para participar como ponente.  A pesar de la movilización internacional, duda que Israel termine por acatar los dictámenes de las Naciones Unidas, aunque sostiene, como positivo, que el asalto «tendrá efectos negativos para el gobierno israelí». Su expresión delata gran preocupación cuando le preguntan sobre las condiciones de vida en la Franja de Gaza  o sobre las consecuencias del muro en Jerusalén  y subraya: «Israel no respeta los derechos humanos».

El lunes por la tarde, Ban Ki-Moon declaró que el bombardeo a la flotilla fue «un baño de sangre» y -en una reunión de urgencia concertada a petición de Turquía Líbano y la Autoridad Nacional Palestina- los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU anunciaron su intención de sancionar a Israel ¿Cree que Israel será sancionado o finalmente quedará impune?

Teniendo en cuenta las experiencias pasadas, no creo que Israel acate lo estipulado en las resoluciones del Consejo de Seguridad ni que permita que ningún comité independiente realice una investigación sobre lo sucedido. Una investigación independiente  mostraría que en la Flotilla sólo había activismo pacífico, que no existían las armas y que fue atacada desde el aire por las fuerzas militares israelíes. Sinceramente, no creo que Israel de lugar a cumplir con las demandas de la Comunidad Internacional.

¿Cómo  piensa que serán  entonces las reacciones de la OTAN, teniendo en cuenta la membresía de Turquía?

Primero de todo, como señaláis,  Turquía es miembro de la OTAN… Un miembro de la OTAN que ha sido atacado, pero aún así no creo que la organización tome finalmente una posición radical. En este caso, la única respuesta que preveo  es la de Turquía como estado y actor independiente.

La pasada semana el Ministerio de Exteriores israelí publicaba una nota en la que afirmaba que, a pesar de los ataques por parte de Hamás, Israel mantiene abierto el corredor humanitario para Gaza, donde, según la nota, no hay ni puede haber «hambre» en la Franja, ya que en los últimos 18 meses se ha permitido la entrada de un millón de toneladas de ayuda, lo que, según el Ministerio, equivale a casi una tonelada de ayuda por persona, argumento que esgrimen para defender que el fiero bloqueo israelí no es tal, ni tampoco la situación de necesidad de la población de los TPO. ¿Qué respondería usted a esta nota?

Estamos hablando de un bloqueo de 40 años, en los cuales en numerosas ocasiones  no ha habido electricidad, ni comida, ni suministros médicos.  Además, en Gaza conviven más de un millón y medio de personas, con una amplia mayoría de niños y mujeres. Todos ellos han sufrido del bloqueo de productos de primera necesidad y, cuando incluso sus vidas han peligrado por no disponer si quiera de medicinas,  se les ha denegado el permiso para ir a hospitales del exterior de Gaza. Además, ante ataques pasados, muchos de los hogares gazatíes han sido demolidos sin posibilidad de ser reconstruidos precisamente por la falta de material.
Muchos de los documentos emitidos por organismos como UNWRA u otros organismos que trabajan en materia de derechos humanos, han sostenido y sostienen que en Gaza hay una crisis humanitaria y que, en muchas ocasiones Israel ha impedido que una buena parte de la ayuda alcance el territorio de Gaza.
PNGO trabaja como un organismo de ayuda para  la población palestina y es testigo de que  los medios son mínimos. No es fácil trabajar con tantas carencias de medios y durante tanto tiempo. La situación en Gaza está siempre en ebullición y esto, hay que decir, también presenta graves consecuencias en la salud mental de la población.

El periódico español El País publicaba la pasada semana un artículo titulado «El día de la ‘Nakba’ y del engaño»,  escrito por el analista israelí En Dor Yemini. En él, se defiende que la Nabka es el mayor y mejor mito –y falsedad- de la historia moderna, y que los palestinos han conseguido con la perpetuación de tal mito mayor atención y reconocimiento que cualquier otro colectivo de refugiados del mundo. El autor considera, además, que el «derecho de retorno» no debe ser aplicable en este conflicto porque los palestinos –y árabes en general- declararon una guerra contra Israel, que perdieron posteriormente.
El autor dice que en muchos de los debates en los que ha participado, ha preguntado: desde cuándo los expulsados que han declarado la guerra, y la han perdido, pueden beneficiarse del «derecho de retorno» y si  alguna de las decenas de millones de personas que han pasado por la experiencia de la expulsión durante el siglo pasado, que se haya beneficiado del «derecho de retorno» causando con ello la destrucción política de un Estado-nación; y concluye sosteniendo que hasta hoy no ha recibido respuesta.
¿Qué respuesta daría usted a estos planteamientos?

Yo no me centro en quien declaró o no la guerra. De acuerdo con la ley internacional, sea quien sea el que lo haga, los civiles no pueden  pagar las consecuencias. Los palestinos fueron evacuados de sus hogares, ciudades y pueblos por las tropas israelíes. Los únicos responsables de ello son el  propio estado israelí y sus Fuerzas Armadas. Aquí además ahondamos en el núcleo de la ideología sionista: expulsar a los palestinos de sus tierras y consolidar una tierra de judíos procedentes de todas las partes del mundo.
La Nakba, no hay que olvidar, ha supuesto la  expulsión de más de 700.000 palestinos.

Según lo dispuesto en las resoluciones del Consejo de Seguridad, los refugiados tenían el derecho de regresar a sus hogares. Por otro lado, cuando Israel entró a formar parte de las Naciones Unidas, lo hizo a condición de que permitiese el retorno de los refugiados. Esta  cuestión es raíz en el conflicto arabo-israelí: más de 5 millones de palestinos refugiados viven en la diáspora  y, tal como sostiene el derecho internacional,  tienen todo el derecho al retorno.

Según los datos ofrecidos por la ONU, los índices de natalidad palestinos se encuentran muy por encima de los israelíes. Algunos expertos señalan que los territorios palestinos serán incapaces de albergar a una población en progresivo crecimiento. ¿Qué opinión le merecen estos datos?

Hay tierra de sobra. Existen muchas parcelas de territorio bajo dominio israelí que no están ni siquiera habitadas, que Israel mantiene desabitadas como medida de «seguridad fronteriza».  Insisto en que los refugiados tienen el derecho de volver a sus casas, algunas de ellas ocupadas por israelíes.

¿Qué busca Israel con el muro?

La principal estrategia de los israelíes con el muro es la de crear nuevas fronteras. Estas nuevas fronteras les garantizan dos cosas principales: la primera, anexionar territorios ricos en recursos hídricos y gozar de una posición ventajosa ante posibles acuerdos políticos futuros.  La segunda, y el caso se ve muy bien en Jerusalén, es la de separar a palestinos de palestinos.  Muchos de los que vivían fuera de Jerusalén hacían su vida diaria allí, ya fuese por trabajo o educación.  Con el muro ya no pueden, pues, en la mayoría de las ocasiones, las tropas israelíes no les permiten la entrada. Cuando lo construyeron dejaron a 70.000 palestinos al otro lado del muro. Israel intenta minimizar la presencia palestina en Jerusalén imponiendo limitaciones para la residencia, discriminándolos socialmente…

¿Cuáles son las iniciativas por las que aboga su Instituto para la resolución de este conflicto?

Es muy complicado. Abogamos por lo que dicta el derecho internacional. Si la Comunidad Internacional  tomara una posición firme y presionara a Israel para cumplir las resoluciones de la ONU y respetar el derecho internacional entonces podríamos hablar de la resolución del conflicto.
Sin este contexto no hay ningún tipo de posibilidad.

Nosotros instamos a la Comunidad Internacional para que presione a Israel para que cumpla con el derecho internacional y respete los derechos humanos. Trabajamos dentro –de los TPO- para la mejora de las condiciones de la población y fuera para solicitar un cambio en la política israelí.

Se ha llegado a indicar que, en el caso de que la situación  continúe sin resolverse, el conflicto palestino–israelí podría convertirse en un «conflicto olvidado»

No creo que  se convierta en un conflicto olvidado porque los palestinos son muy luchadores. Además, no hay que olvidar que el crecimiento poblacional en la Franja de Gaza y Jerusalén Oeste llevará a los palestinos a equipararse en número con los israelíes en pocos años. Esto supondrá un problema demográfico y  una amenaza  para las pretensiones israelíes.

Entonces, se puede deducir que no tiene demasiada fe en que los sucesos de la última semana con la Flotilla signifiquen un punto de inflexión…

Como he señalado, la situación es muy complicada pero creo que lo sucedido con la Flotilla al menos surtirá efectos negativos en la percepción de la Comunidad Internacional sobre Israel, sobre todo por haber utilizado un camino tan agresivo y tan violento. Esto mostrará su verdadera cara: un estado que no respeta siquiera las aguas internacionales ni ningún postulado del derecho internacional.
Por supuesto que esto le afectará; la Comunidad Internacional se hará muchas preguntas sobre las acciones israelíes y las relaciones con Turquía cambiarán también.

¿Cree que  la Unión Europea,  con un reforzado papel en materia exterior tras las novedades del Tratado de Lisboa,  cambiará su posición con respecto a Israel ante lo sucedido?

No lo creo. Incluso, a pesar de haberse regido por un gobierno de extrema derecha, de componerse por manifiestos resistentes como Lieberman y de no cumplir con lo que estipula el derecho internacional, la Unión Europea no ha cambiado sus relaciones. La UE defiende los derechos humanos y los valores democráticos pero luego muestra una gran contradicción con sus actos.

Publicaciones relacionadas