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AQMI en Mauritania: los orígenes del grupo terrorista (I)

Desde 2007, Al Qaeda del Magreb Islámico ha intensificado su actividad terrorista en Mauritania, en un primer momento operando contra objetivos del ejército mauritano, pero a continuación y, especialmente, en los últimos tiempos optando por actuar contra occidentales mediante el secuestro y la extorsión para, por un lado, obtener recursos económicos que le permitan financiar su infraestructura operacional y, por otro, para conseguir publicidad y notoriedad, a través de la emisión de sus acciones en la prensa y en la televisión. Un caso en el que se vio implicada, precisamente, España fue el secuestro de tres voluntarios de una ONG catalana el 29 de noviembre de 2009[1] y que situó a Mauritania en el mapa para el ciudadano medio español.

Además y, como consecuencia de la lucha contra el terrorismo global, ha supuesto que Mauritania ya no sea visto como un problema menor o aislado para los dirigentes de la comunidad internacional, sino como un país clave para combatir las actividades delictivas, ya que no sólo preocupa el terrorismo, sino también el auge del narcotráfico y del tráfico de seres humanos, a través de las rutas del Sahel.

La historia de Mauritania está determinada por la inestabilidad política –alimentada por la jerarquización étnica y la organización tribal- así como el malestar civil, la intervención militar mediante golpes de estado, como una constante en la política nacional, y situaciones económicas terribles influenciadas por su particular geografía[2]. A todo esto, se le añade la difusión del terrorismo, en especial desde 2007, momento en que AQMI ha encontrado el terreno abonado para reclutar a mauritanos desafectos debido a que la conflictiva atmósfera política del país resulta ideal para las ambiciones de dicha organización[3]. No obstante y, antes de sumergirnos en la actividad terrorista en Mauritania, debemos conocer qué es AQMI y cuáles son sus orígenes.

Tomando como referencia a Juan José Escobar Stemmann[4], AQMI hunde sus raíces en la insurgencia islamista que sacudió Argelia durante la década de los noventa. Su antecedente más directo es el GSPC[5], creado en septiembre de 1998 por Hasan Hattab con el apoyo de Osama Bin Laden[6]. Son años en los que Al Qaeda trata de consolidar su presencia en el Magreb. El GSPC «nace como un llamamiento a centrar los ataques contra las fuerzas de seguridad y respetar a la población»[7], una vez que en Argelia, el GIA[8] realiza matanzas indiscriminadas de civiles. La dirección de Al Qaeda también crearía ese mismo año Grupos de Combatientes Islámicos en Libia, Túnez y Marruecos para facilitar ayuda logística a la organización, aunque finalmente pasarían a atentar, como es el ejemplo de la Casa de España en Casablanca en mayo de 2003.

Tras el final de la guerra civil en Argelia[9] y el debilitamiento de la lucha yihadista en este país, el GSPC considera que la única forma de reactivar la organización era ligándola a la yihad global, beneficiada por la intervención militar de Estados Unidos en Irak[10]. Hattab es sustituido por Sahraoui, partidario de establecer una relación más cercana a la organización de Bin Laden, pero tras su muerte en 2004, le sucede Droukdel. El nuevo líder del GSPC «consiguió dinamizar una red regional de rutas de contrabando y de campos de entrenamiento con llamamientos para luchar contra la alianza de cruzados y sionistas»[11]. Como apunta Jesús Pérez[12], «África Occidental se ha convertido en zona de actuación de redes delictivas y terroristas que aprovechan la permeabilidad de las inabarcables fronteras, la incapacidad de las fuerzas de seguridad y la corrupción de los servidores públicos para operar sin restricciones geográficas». De hecho y, según indica Escobar Stemmann, en 2005 uno de cada cuatro suicidas en Irak era de origen norteafricano.

A partir de ese año Droukdel mostró su intención de integrarse en Al Qaeda. Tras un año de conversaciones, en septiembre de 2006 se llegaba al acuerdo de lealtad y en enero de 2007 se anunció el nuevo nombre de la organización: Al Qaeda en el Magreb Islámico. Hay varias consecuencias derivadas del acuerdo. Por un lado, la cuestión propagandística. Inspirada en el modelo de Al Qaeda, la organización creó un departamento de comunicación, llamado Al-Andalus Media Center, que coordina las actividades mediáticas: grabación de los ataques, distribución de correos, mantenimiento de un sitio web en el que se publican comunicados oficiales, informes de operaciones y vídeos. Por otro lado, la integración en Al Qaeda supuso una serie de cambios en los modos de actuación, ya que estratégicamente, AQMI evolucionó «desde la lucha local al conflicto global»[13]. En este sentido, como señala Juan José Escobar[14] se redujeron los asaltos armados con utilización de armas de fuego y aumentaron las operaciones terroristas centradas en el uso de artefactos improvisados y de atentados suicidas[15]. Tras las primeras operaciones con esta nueva forma de atentar, el GSPC «había superado la prueba internacionalizándose y convirtiéndose en una rama activa de Al Qaeda incluso sin demostrar un vínculo orgánico»[16].

De hecho y, tomando a Jesús A. Nuñez[17]como referente, «está claro que AQMI no es un simple clónico de Al Qaeda». Esta última mantiene como objetivo final la proclamación de un califato universal que restaure la primacía islámica sobre unos territorios que considera usurpados por potencias extranjeras (en connivencia con elites locales corruptas). Desde esa perspectiva, tanto las actividades violentas como las puramente delictivas (conexión con el narcotráfico, por ejemplo) serían instrumentos al servicio de un objetivo ideológico y político suficientemente definido. Por el contrario, grupos como AQMI aparecen como menos estructurados, tanto en su motivación ideológica o su propia naturaleza interna como en su actividad sobre el terreno. Visto de ese modo, es mucho más difícil definir la diferencia entre su lucha política y la pura criminalidad, de tal manera que incluso los actos llamados ‘terroristas’ se convierten más bien en puras acciones de bandidos.

Retomando el tema de la actuación global de AQMI, la organización presionada por las autoridades argelinas y marroquíes[18] y a falta de respuesta al llamamiento a la yihad en el Magreb, se vio obligada a centrar su atención en el sur. Como señala Jesús Núñez, «después de las persecuciones que el grupo ha sufrido en Argelia, parece haber encontrado espacio de movimiento en Malí y Mauritania, algo que ha aumentado la preocupación sobre el Sahel como nuevo frente de la guerra contra el terrorismo»[19]. El Sahel[20] se ha convertido en un campo de acción prioritario para la organización. Para Jesús Echevarría[21], esta zona se define por su inseguridad endémica, caracterizándose sus inhóspitas extensiones por albergar estados endebles, ser escenario de conflictos y de tráficos ilícitos de todo tipo y por haberse convertido en escenario prioritario de actuación para el terrorismo yihadista salafista.

En esta misma línea, el comandante Adolfo Morales Trueba insiste en que el Sahel es «un escenario formado por estados, en gran parte antiguas colonias francesas, que se encuentran incluidos entre los más pobres y subdesarrollados del planeta. Un lugar compuesto por naciones mayoritariamente islámicas, con gobiernos débiles y gran desafección política; países con grandes fronteras que cuentan con Fuerzas Armadas y de Seguridad de muy escasa capacidad. En definitiva, es un área sumamente inestable, en la que los gobiernos tienen muchas dificultades para ejercer el control y la gobernanza de la totalidad del territorio»[22].

Además y, volviendo a tomar como referencia a Jesús Echeverría[23], el Sahel es una clara amenaza por la presencia de campos móviles que facilitarían la instrucción a los grupos terroristas presentes en la zona. Sin embargo, lo que realmente parece describir el autor es la existencia de grupos armados violentos -y hay muchos en esta zona- que se mueven por las áreas meridionales de Argelia y otros países magrebíes, utilizando en su beneficio, cuando lo consideran necesario, las permeables fronteras con sus vecinos del Sur. Para acabar de definir las condiciones del Sahel, donde actúa AQMI, Manuel de Ramón insiste en que «las inhóspitas condiciones del Sahel, su extensión y la pobreza de sus escasos habitantes, constituyen el caldo de cultivo ideal para la aparición de grupos fanatizados que poco a poco van poniendo en jaque a los débiles estados donde se encuentran»[24].

Se estima que AQMI tiene entre 200-300 miembros establecidos en el Sahel[25]. Terroristas mayoritariamente argelinos[26], con presencia de otras nacionalidades, en especial mauritanos. Para sostenerse en la zona, disponen del apoyo de ciertas poblaciones Tuareg[27], un pueblo tradicionalmente nómada, que se mueve a través de las fronteras de varios países. Ambos, nómadas y terroristas, han establecido una relación estrecha, basada en vínculos de conveniencia, que les proporciona mutuos beneficios, pero que no reside en motivaciones ideológicas o religiosas, sino económicas para su financiación, y que serán analizadas en la próxima entrega de la serie [28].

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[1] El 29 de noviembre de 2009, en torno a las 20.30 horas (hora española), tres voluntarios de la ONG catalana Barcelona Acció Solidària, Alicia Gámez, Albert Vilalta y Roque Pascual, fueron secuestrados a unos 150 kilómetros de la capital de Mauritania, en la carretera que separa la ciudad de Nuadibú de la capital, Nuakchot. Los secuestrados formaban parte de una caravana solidaria, que transportada ayuda humanitaria desde Marruecos y hasta Senegal. La reivindicación del secuestro por parte de Al Qaeda en el Magreb Islámico hizo temer un cautiverio largo y un complicado proceso de negociación. Pero pese a la previsible dificultad, nadie pensó que se convertiría en el secuestro más largo de los cometidos hasta la fecha en el Sahara. 267 días permanecieron Pascual y Vilalta en manos de sus captores. Gámez, por su parte, fue liberada 3 meses después de caer en manos de los terroristas, el 10 de marzo de 2010. La dificultad del secuestro y su atractivo mediático lo convirtieron en tema de portada de los informativos y periódicos nacionales.

[2] Mauritania, país anclado entre el Sáhara y el Sahel sufre sequías periódicas que han transformado radicalmente la fisionomía del territorio, especialmente a partir de la década de los 70. Cada año, con la llegada del verano, concretamente en junio, se produce el hunger gap, un periodo de escasez en que las gentes sobreviven con dificultad mientras esperan las nuevas cosechas de octubre. El delicado equilibrio se rompe con la llegada de cualquier factor como la sequía, una plaga, etc., que pone en graves aprietos a miles de personas. RIVAS NIETO, Pedro E.: «El golpe de estado como forma de intervención política. Mauritania, orden y desorden en el verano de2005». Revista Sphera pública, Univ. Católica San Antonio, Murcia. Nº 6 (2006). Pág 169.

[3]FAKIR, Intissar y BOUCEK, Christopher: «Mauritania: 2009, un año a examen». Ribera i Pinyol, J. y Florensa Palau, S. (coords): MED. 2006: el año 2005 en el espacio Euromediterráneo. Edita Instituto Europeo del Mediterráneo (Iemed), 2010. Pág. 185.

[4] ESCOBAR STEMMANN, Juan José: «Al Qaeda en el Magreb Islámico: del Sahel a España». Revista Política Exterior, número 134 (marzo-abril 2010). Pág. 79-92.

[5] Grupo Salafista parala Predicación y el Combate.

[6] En esta época Osama Bin Laden creará el Frente Islámico Mundial contra Cruzados y Judíos.

[7] ESCOBAR STEMMANN, Juan José: «Al Qaeda en el Magreb Islámico…». Op. Cit. Pág. 79.

[8] Grupo Islámico Armado.

[9] 1991-2002.

[10] ESCOBAR STEMMANN , Juan José: «Al Qaeda en el Magreb Islámico…». Op. Cit. Pág. 79.

[11] Ibídem.

[12] PÉREZ, Jesús: «Un flanco sur profundo: el arco de inestabilidad en África Occidental». III Congreso Internacional de Seguridad y Defensa. Granada, noviembre 2008.

http://independent.academia.edu/Jes%C3%BAsP%C3%A9rez/Papers/86115/Un_Flanco_Sur_Profundo_El_arco_de_inestabilidad_de_Africa_Occidental

[13] ECHEVERRÍA JESÚS, Carlos: «La evolución de la amenaza terrorista en el Sahel». Revista del Ejército de Tierra Español. Nº 832, julio-agosto 2010. Pág. 26. Disponible online: http://www.portalcultura.mde.es/Galerias/revistas/ficheros/R_Ejercito_832.pdf

[14] ESCOBAR STEMMANN , Juan José: «Al Qaeda en el Magreb Islámico…». Op. Cit. Pág. 82.

[15] 2007 fue un año de violencia diaria. En lo sucesivo, los atentados perpetrados por grupos contra las patrullas armadas de las fuerzas públicas y sus acuartelamientos fueron sustituyendo a las acciones aisladas. Entre las estrategias utilizadas, se multiplica el recurso del explosivo y del coche bomba. Además, surge la figura de los kamikazes. Desde ese año, se abre una nueva era yihadista, más activa y más determinada. MOUSSAOUI, Abderrahmane: «Al Qaeda en el Magreb islámico: 2007, año bisagra». Instituto Europeo del Mediterráneo (Iemed), 2008. http://www.iemed.org/anuari/2008/earticles/e30.pdf

[16] Ibídem.

[17]NÚÑEZ VILLAVERDE, Jesús A., HAGERAATS, Balder y KOTOMSKA, Malgorzata: Terrorismo internacional en África. La construcción de una amenaza en el Sahel. Los libros de la catarata, Madrid, 2009. Pág. 126.

[18] Desde la creación de AQMI, la organización ha sido incapaz de realizar un solo atentado en Túnez o Libia. Además, la actuación de las fuerzas de seguridad marroquíes desde2007 ha supuesto la detención de numerosas personas relacionadas con la red terrorista. Por su parte, Argelia es el actor más beligerante contra el grupo y ha conseguido reducir el número de ataques y limitarlos a dos zonas geográficas enla Cabilia y en las regiones del este

[19] NÚÑEZ VILLAVERDE, Jesús A., HAGERAATS, Balder y KOTOMSKA, Malgorzata: Terrorismo internacional en África…Op. Cit. Pág. 108

[20] El Sahel es más un concepto climático, asociado a un régimen de lluvias específico, con una flora y una fauna asimismo representativo de la zona, que geográfico o, menos aún, político. Comprende un área de unos cuatro millones de kilómetros cuadrados limitada por el desierto del Sáhara, al norte; las sabanas y las selvas del golfo de Guinea y África central, al sur; el océano Atlántico, al oeste, y el Nilo Blanco, al este. Su traslación al plano de la geografía política sigue creando aún hay disparidades entre las distintas fuentes de referencia que se ocupan de esta materia [del Atlántico al Índico: Mauritania, Senegal, Gambia, Malí, Burkina Faso, Níger, Nigeria, Chad, Sudán, Etiopía, Eritrea, Somalia]. NÚÑEZ VILLAVERDE, Jesús A., HAGERAATS, Balder y KOTOMSKA, Malgorzata: Terrorismo internacional en África…Op. Cit. Pág. 30

[21] ECHEVERRÍA JESÚS, Carlos: «La evolución de la amenaza terrorista…». Op. Cit. Pág. 24.

[22] MORALES TRUEBA, Adolfo: «Aproximación occidental y africana al problema del Sahel». Instituto Español de Estudios Estratégico (IEEE). Nº 26, marzo de 2011. Pág. 1. http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2011/DIEEEO26_2011Sahel.pdf

[23] ECHEVARRÍA JESÚS, C.: «El terrorismo yihadista a las puertas de España: los campos de entrenamiento en el Sahel».Grupo de Estudios Estratégicos. Madrid, 2007.

http://www.gees.org/articulos/el_terrorismo_yihadista_a_las_puertas_de_espana_los_campos_de_entrenamiento_en_el_sahel_4230

[24] DE RAMÓN, Manuel: «El Sahel puede ser el próximo Afganistán». Revista Atenea, Nº 23. Pág. 24.

[25] FILIU, Jean-Pierre. «¿Podría volverse Al Qaeda africana en el Sahel?». Documentos Carnegie. Número 12. Junio de 2010. Pág. 10.

[26] Tanto los miembros como la estructura de AQMI siguen siendo eminentemente argelinos, aunque con un discurso un poco más regionalizado y con más menciones a la lucha contra el imperialismo occidental (con énfasis especial en Francia, demostrando de nuevo el enfoque prioritariamente argelino). ]. NÚÑEZ VILLAVERDE, Jesús A., HAGERAATS, Balder y KOTOMSKA, Malgorzata: Terrorismo internacional en África…Op. Cit. Pág. 124.

[27] Existe un vínculo de conveniencia que se ha creado entre AQMI y el Crimen Organizado con los Tuareg y ciertas tribus árabes del norte del Sahel. Una minoría que se rebela continuamente contra sus gobiernos, provocando unos conflictos internos que hasta ahora han sido reprimidos por las fuerzas armadas de los países del Sahel, en especial, Malí y Níger, pero un problema que todavía está lejos de ser resuelto. Así, en la parte norte de Níger encontramos una disidencia y resistencia Tuareg, aglutinada en torno al «Movimiento de Nigerinos parala Justicia». Un grupo que está mostrándose muy activo y sobre el que existen muchos indicios, de que su descontento acabará muy pronto en una nueva sublevación armada. En el caso de Mali, la actuación de los rebeldes Tuareg se ha desarrollado especialmente en la zona norte y noreste del país: Kidal, Tombuctú y Gao. Las mismas zonas donde se adiestra y se esconde AQMI. MORALES TRUEBA, Adolfo: «Aproximación occidental y africana…». Op. Cit. Pág. 13.

[28] Ibídem. Pág. 2.

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