El ébola: crisis humanitaria que puede agravarse en el futuro
La contribución de España a la lucha contra el ébola
La Oficina de Acción Humanitaria (OAH) de la Cooperación Española, que gestiona la acción humanitaria en el exterior, está monitoreando la crisis del Ébola surgida en marzo en África Occidental. Así, España está contribuyendo con 150.000 euros de ayuda a través de la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Cruz Roja Española con el fin de asistir a todas aquellas personas afectadas por la epidemia del virus del Ébola, detener la cadena de transmisión del virus mediante medidas de control, así como prevenir su propagación a los países vecinos.
Tal aportación se suma a los 50.000 euros aportados por la Cooperación Española a la ONGD Acción contra el Hambre el pasado abril para el seguimiento de casos, apoyo a las familias y sensibilización en las comunidades para interrumpir la cadena de transmisión del virus del Ébola en Guinea Conakry.
Asimismo, España está en contacto con la Organización Mundial de la Salud, que coordina la acción internacional en esta crisis humanitaria, para aportar 100.000 euros que consolidarían su estrategia regional para paliar los efectos del virus.
Según la OMS, para conseguir estos objetivos, se precisa una gestión de casos y tratamiento de la infección, para lo cual, las organizaciones que trabajan en el terreno necesitan personal sanitario cualificado. Se requieren actividades de identificación de pacientes y monitoreo a los familiares y contactos con la finalidad de detectar posibles contagios. Otro de los factores a destacar es la necesidad de campañas de sensibilización a la población para que las comunidades afectadas entiendan las causas de la enfermedad y los métodos de prevención.
La significativa aportación de Cuba
Cuba es una isla relativamente aislada y pobre, situada a 7.000 km de los países africanos donde el ébola se está expandiendo a un ritmo preocupante, pero podría terminar jugando el papel más importante entre los países que están trabajando para frenar la propagación del virus.
El pánico que ha generado la epidemia en todo el mundo no ha producido una respuesta adecuada por parte de las naciones que tienen la capacidad de contribuir. Aunque EE UU y otros países se han mostrado dispuestos a aportar dinero, únicamente Cuba y unas pocas ONG están aportando lo que se precisa con mayor urgencia: personal sanitario dispuesto a asistir a pacientes.
Los médicos en África occidental requieren con urgencia apoyo internacional para construir centros de aislamiento y poner en práctica mecanismos adecuados para diagnosticar pacientes, antes de que desarrollen síntomas avanzados. Más de 400 profesionales médicos han sido infectados y, aproximadamente, 5.000 pacientes han fallecido. Dado que se han diagnosticado unos pocos casos en Estados Unidos y Europa, las autoridades médicas temen que el virus pronto podría volverse una crisis mundial.
De los extranjeros que trabajan en África occidental, los médicos cubanos van a estar entre los más expuestos y, es muy posible, que algunos contraigan el virus. La Organización Mundial de la Salud está coordinando la labor de los médicos, pero no está claro cómo manejaría la atención y el traslado de aquellos que llegaran a enfermarse. Para transportar pacientes con ébola se necesitan equipos de expertos y aviones equipados con cabinas de aislamiento. La mayoría de compañías de seguros han dicho que no están dispuestas a trasladar pacientes con ébola.
Miembros del sector médico en Cuba son conscientes de los riesgos que toman al asumir misiones peligrosas. Profesionales sanitarios cubanos desempeñaron el rol principal en la lucha contra el cólera en Haití, después del terremoto de 2010. Cuando algunos regresaron enfermos a Cuba, la isla tuvo que combatir el primer brote de la enfermedad en una década. Si el ébola llegara a Cuba, representaría un desafío más serio para la isla y la región, lo que elevaría el riesgo de que se dispare el número de casos en el hemisferio.
Guinea: un centro de ébola al límite
Conakry, la primera gran ciudad en verse afectada por el brote de ébola en África occidental, ahora debe enfrentarse a un aumento masivo en el número de nuevos casos. A pesar de que la disminución de casos en julio parecía anunciar el fin de la epidemia en Guinea, a día de hoy MSF está tratando a más de 120 pacientes, 85 de ellos confirmados, en sus dos centros para pacientes en el país: Conakry y Guéckédou.
La situación afecta particularmente al centro de ébola de Donka, situado dentro del complejo del hospital del Ministerio de Salud en Conakry. El centro admitió 22 pacientes en un solo día (el 6 de octubre), 18 de ellos procedentes de la región Coyah a 50 kilómetros al este de la capital. Actualmente hay 62 pacientes en el centro de Donka, que cuenta con 60 camas y se encuentra en proceso de expansión para incorporar 14 más.
Hasta ahora, el centro de pacientes de Donka ha respondido a las diferentes olas epidemiológicas adaptándose y expandiendo sus capacidades de forma constante. Sin embargo, a pesar de la llegada de tantos pacientes nuevos, entre ellos un gran número niños que requieren un nivel de atención más alto, el centro no puede ampliarse más por falta de espacio lugar en el que está situado.
En la actualidad, más de 130 personas están trabajando día y noche en el centro de tratamiento de Donka, la mayoría con un alto nivel de especialización. De los 220 casos confirmados ingresados desde la apertura del centro, 105 se han recuperado.
Para aliviar la carga operativa de sus equipos, MSF está dando formación a personal de otras organizaciones e instituciones para que puedan involucrarse. En las últimas semanas, MSF ha proporcionado formación al personal médico del Departamento de Salud, así como el personal de agua y saneamiento de las organizaciones locales, como la Cruz Roja de Guinea. Sin embargo, debido al creciente número de pacientes que requieren ayuda inmediata, estas personas permanecerán, por ahora, como parte del equipo en el centro de Donka.
El brote de ébola en África Occidental podría infectar a 20.000 personas a principios de noviembre si no se adoptan medidas rigurosas de control de la infección y que podría prolongarse durante años informaron a Reuters investigadores.
En un informe, la OMS vaticinó que el virus podría afectar a 20.000 personas dentro de los próximos nueve meses. La actual cifra de muertos es de al menos 2.811 en 5.864 casos, indicó la agencia de la ONU.
En otro informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en Estados Unidos (CDC), entre 550.000 y 1.400.000 personas en África Occidental podrían estar infectadas con ébola para el 20 de enero del 2015.
La OMS felicita a Senegal por haber detenido la transmisión del virus
La OMS declara oficialmente el fin del brote de enfermedad por el virus del ébola en Senegal y elogia al país por su diligencia a la hora de detener la transmisión del virus. El caso importado se confirmó el 29 de agosto en un joven que había viajado por carretera de Guinea, donde había tenido contacto directo con un paciente, a Dakar.
La respuesta de Senegal es un buen ejemplo de lo que hay que hacer ante un caso importado de ébola, al reaccionar rápidamente para detener la propagación de la enfermedad.
El plan de respuesta de Gobierno incluyó la identificación y control de 74 contactos muy cercanos al paciente, la realización rápida de pruebas a todos los casos sospechosos, la intensificación de la vigilancia en los numerosos puntos de entrada al país, y campañas nacionales de sensibilización y concienciación de la población.
La OMS trató este caso como una emergencia de salud pública y envió inmediatamente un equipo de epidemiólogos para que colaborara con el personal del Ministerio de Salud y otros asociados, entre ellos Médecins Sans Frontières y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos de América.
Senegal ha mantenido un alto nivel de búsqueda activa de casos durante 42 días para detectar posibles casos de infección no notificados. Aunque oficialmente el brote se da por finalizado, la situación geográfica de Senegal lo hace vulnerable a otros casos importados de ébola, por lo que el país sigue atento y controlando la aparición de posibles casos sospechosos mediante un seguimiento riguroso de las directrices de la OMS.
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Fuente fotografía: AP/Ladyrene Perez
