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Sesión 2. Procesos de paz: balance y realidad

Mesa 2 Jorge Mezcua

El pasado 17 de octubre asistimos a la segunda mesa de debate y diálogo en La Casa Encendida el ciclo “En clave de paz” compuesto por seis mesas que se continuarán desarrollando a lo largo del mes de octubre –días 18,19, 25 y 26-.

Durante esta segunda sesión, “Procesos de paz: balance y realidad” contamos con la presencia de:

Juan Garrigues, Asesor Especial, Dialogue Advisory Group e Investigador Senior Asociado, CIDOB moderó el diálogo desarrollado con Emilio Cassinello, Director General del Centro Internacional de Toledo para la Paz, CITPax y Rafael Eguiguren, Consultor independiente en Resolución de Conflictos desarrollaron un interesante coloquio, al que siguieron las preguntas del público.

El amplio bagaje de los ponentes en la materia dotó el contenido del debate de múltiples e interesantes casos y experiencias concretas, que aterrizaban e ilustraban la práctica de los procesos de paz.

El objetivo de la sesión fue hacer un balance de los procesos de paz, analizar la realidad de lo que son estos procesos, los actores involucrados y las perspectivas de futuro desde un ámbito político pero también personal.

Para enmarcar el debate comenzamos viendo la mal llamada “crisis de personas refugiadas actual” y recordamos que el 40% de los conflictos actuales surgen de procesos de paz fracasados.

Una caracterización de los conflictos actuales implicaría las siguientes características: la mayoría son conflictos internos altamente internacionalizados, donde las fronteras no existen, en los que encontramos múltiples actores armados y donde los actores no estatales tienen muchos intereses, lo que dificulta su resolución.

Dos ejemplos: Libia tiene 300 grupos armados y 3 gobiernos enfrentados en el país. Siria, con muchos grupos armados y donde el papel de actores internacionales es muy alto.

Haciendo un balance, los procesos de paz no están funcionando, hay una crisis del modelo de resolución de conflictos, debemos cambiar la manera de abordarlos, la ONU no tiene capacidades ni apoyo político de sus estados miembro para resolver estos conflictos.

¿Qué lecciones hemos aprendido de los errores cometidos? ¿Qué podemos hacer para que no surjan más conflictos? ¿Cómo crear una paz sostenible? ¿qué actores deben estar involucrados?

Siria, más de medio millón de muertos, con una sensación de que la ONU y la comunidad internacional no ha sabido que hacer. ¿Cómo ha ido evolucionando la situación y que se puede hacer de cara a futuro?

En la actualidad, el territorio ha perdido importancia en los conflictos, los actores ya no responden a las fronteras propias del estado. En Siria se da un escenario regional de conflicto, en un contexto con actores globales, entremezclado con guerra y religión.

Los que trabajamos por tratar de prevenir conflictos, gestión de crisis, ¿qué podemos hacer? Desde CITpax, Actiontank, tuvieron reuniones en Siria “Explorando estrategias para un proceso democrático en Siria”, en este marco reunieron actores clave del conflicto con aquellos que en la transición española tuvieron peso. Años más tarde organizaron otra reunión ya con una oposición organizada, el Consejo Nacional Sirio y el gobierno español. En esta experiencia surgió la necesidad de la discreción en los procesos, por el riesgo al que se ven expuestas las personas implicadas.

Hay que acercarse y escuchar el relato de cada perspectiva.

¿Cómo veis el tema de la inclusividad? ¿Qué tensiones identificáis?

Todos los actores deberían estar involucrados, lo difícil es abordar los retos, dos a resaltar:

  • La idea de temporalidad, en el sentido de jugar con los tiempos para el avance del proceso de paz, si con un actor hay progresos puntuales quizá es preferible no abordar en ese mismo momento más actores en conflicto.
  • De otra parte, la idea de la logística refiere que cada actor tiene múltiples subactores y subsubactores. Hay que sondear la visión de la sociedad civil, frecuentemente fragmentada. Otro fenómeno en cuanto a la sociedad civil es que a menudo hay una despolitización general y los apoyos se distribuyen por quien cubre las necesidades básicas.

Por ejemplo, si quieres saber cómo piensan los/as palestinos/as tienes que diferenciar lo que piensa la población que vive en Gaza, de aquella que reside Cisjordania o la población palestina en Israel, cada uno con problemas diferentes. Normalmente se nos cuentan los conflictos en los medios de una manera muy simplificada. Es importante que entre los actores involucrados estén los que se encuentran con posiciones más distantes y encontradas.

Pero por ejemplo, ¿se puede hablar con organizaciones terroristas? Hablar con ellas tiene el valor cuña, es decir, puedes generarles una duda que les puede llevar a cambiar de opinión. Frecuentemente surge la idea de ¿con quién hablas? Esto puede conllevar la demonización de un actor y el no diálogo con él, lo cual es un error. La dificultad de escuchar al otro y sin embargo la necesidad de escuchar al otro.

Caso de Líbano y las situaciones de esclavitud doméstica con migrantes de origen filipino. Los “dueños” retiraban sistemáticamente los pasaportes de las mujeres. Solo el diálogo con ellos sacó a la luz que, salvo ciertos casos, la voluntad era retenerlas en el trabajo “amortizando” la inversión del viaje, evitar la movilidad de las trabajadoras. Desvelar este fin último de la problemática acercaba la solución.

Cómo podemos crear confianza y complicidad cuando sientas en la mesa a posiciones muy encontradas, donde ha habido sangre, problemas de pertenencia de guerras. Es buena idea organizar una cena de manera informal la noche anterior a las conversaciones, recurrir a cosas frívolas como el humor.

Fundamental es también incluir a las mujeres, ejemplo de Colombia (Subcomisión de género en el proceso de paz). La paz después de la paz tiene que contar con las mujeres.

La diplomacia privada, suele tener un papel más importante en la fase previa para ver si hay posibilidades de negociación. Cada proceso de negociación, tradicionalmente tenía una secuencia, hoy con los diferentes actores involucrados, no existe una secuencia lógica global en el proceso. En particular, abordando la fase previa, ¿cómo podemos construir confianza?

Crear confianza depende mucho de la persona concreta que tienes delante, saber escuchar (como profesional) es lo único generalizable, la otra persona se tiene que sentir escuchada, después hay que improvisar caso por caso. Debemos entender los prejuicios de la persona con la que hablamos desde cosas muy básicas, cómo vas vestido, cómo te aproximas a una persona y tratar de empatizar con la persona.

Dos estrategias concretas:

  • Esperar y dejarte ver en público (dar tiempo y dejar que te analicen, que comenten).
  • Teatro (se desbloquea la situación y entran al diálogo fuera de una entrevista formal). Caso de las mujeres de Libia, diálogo sobre la participación electoral de las mujeres, en que no eran receptivas a la entrevista formal, se produce un momento teatral por el que la situación se reconvierte a otra de hospitalidad, por la que la información fluye. La teatralidad cambia, en este caso, como el otro te percibe y en función de ello, como se relaciona contigo.

Preguntarte antes de hablar con las personas qué quiere la otra persona escuchar de mí y qué necesitan oír de mí, generación de confianza.

La obstinación y paciencia son fundamentales, así como saber que la mediación no tiene unos resultados de empresa medibles.

La tarea previa de la diplomacia privada es en parte pretender oxigenar un proceso de paz que quizá se hubiese quedado estancado. Que la gente piense fuera de la dinámica habitual. Mejor si hay una capilaridad, aunque no oficial, hacia el poder.

Entramos en la fase de implementación.

Se trata el caso de Colombia, con unas raíces muy profundas, con temas orgánicos (desigualdad, distribución de tierras, la administración de justicia) que están incluidos en los Acuerdos de Paz. Es importante entender que va a haber pasos atrás, por ejemplo en Colombia asumieron que fruto de los Acuerdos podría haber algunas muertes.

No hay nada más difícil que la paz, que la paz después de la paz. Los acuerdos a los que se llegan frecuentemente no se implementan y de ahí el fracaso.

El plebiscito de Colombia tenía la dificultad de dar respuestas binarias a problemas complejos. Quienes han sufrido más de cerca la guerra son quienes están más dispuestos a perdonar.

 Preguntas del público

Se resalta el rol de la mujer como mediadora

Todas las religiones son patriarcales, porque el mundo es patriarcal. El punto más importante en los procesos de paz, aunque solo sea por un aspecto utilitarista sería género.

Si bien el tema de género tiene una visibilidad, aunque solo sea retórica, la juventud sí que está totalmente invisibilizada.

¿Cómo trabajan con actores que sacan un beneficio económico del conflicto?

Hablar con ellos para entenderles mejor. Una vez conozcas bien a estos actores, puedes ver que ofrecer para moverles hacia la construcción de paz. Además todos los grupos tienen sus divisiones internas y las personas que pertenecen a un grupo tienen ideas diferentes; ahí puedes ver dónde encontrar una rendija sobre la que trabajar.

¿En que es más complicado llegar a un Acuerdo?

En la justicia, la amnistía. Muchos acuerdos se rompen porque una de las partes no está dispuesta a perdonar.

Es muy interesante y poco conocido como los que han sufrido más en los conflictos son los que están más cerca de perdonar, porque quieren que sus hijos/as no sufran. Ejemplo de ello fue Colombia

La solución imperfecta es la solución.

¿Qué porcentaje entre los mediadores internacionales son mujeres?

Hay muy pocas mujeres en el rol de mediadoras (alrededor del 4%), aunque algo se ha avanzado. En terreno es fundamental y se subcontratan a mujeres mediadoras para poder llegar a las mujeres.

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